Vía oral

En la actualidad, se utiliza en el calendario nacional solo para la vacuna contra el rotavirus. Se administra directamente en la boca, colocando las gotas en la mucosa bucal del niño, con preferencia en la mejilla, con la cabeza ligeramente inclinada hacia atrás. Debe aplicarse según las indicaciones del fabricante para asegurar la dosis correcta y evitar el desperdicio. En caso de regurgitación o rechazo, se repite la administración cuidando no exceder la dosis recomendada.

Vía intradérmica

En Argentina se usa únicamente para la vacuna BCG, aplicada en maternidades antes del alta de recién nacidos. Requiere técnica precisa y personal entrenado. Se aplica con aguja fina (27 G), con el bisel hacia arriba, casi paralelo a la piel, formando una pequeña pápula visible en el sitio de aplicación.

Vía subcutánea

Indicada para vacunas virales atenuadas como triple viral, doble viral, varicela y fiebre amarilla. Se realiza con aguja 27 G en un ángulo de 45°, en el tejido subcutáneo tras levantar un pliegue de piel.

Vía intramuscular (IM)

Es la vía preferida en la mayoría de las vacunas inactivadas o con adyuvante. Garantiza buena absorción y menor irritación local.

• Niños menores de 12 meses: músculo vasto externo (región anterolateral media del muslo).
• Niños mayores de 12 meses, adolescentes y adultos: región deltoidea del brazo.
• Región glútea: solo en casos excepcionales y mayores de 3 años que caminen desde al menos un año, por riesgo de lesión del nervio ciático y absorción inadecuada.

Técnica: limpiar con alcohol al 70%, insertar la aguja en ángulo de 90° con calibre adecuado (22-25 G). La aspiración previa no es obligatoria y su práctica está en debate; se recomienda inyectar lentamente y presionar con suavidad el sitio tras retirar la aguja, sin masajear.